lunes, 22 de septiembre de 2014
Ya no son sólo las sienes blancas. La nívea cabeza se distingue en la distancia, aún entre multitudes.
Blancas también las manos, envueltas de un velo transparente tan fino que parece quebrarse.
Perfil desdibujado donde hubo gallardía.
Mirada inquieta.
Cuan soberbios somos creyéndonos reyes. Traspasando fronteras y alzando voces.
El tiempo trabaja en nuestra contra y desde nuestro pedestal efímero no atendemos su llamada. Tal es nuestra sordera.
El espejo nos insulta cada mañana y lo miramos de soslayo. Impertinente en su insistencia.
La podredumbre vestimos de perfumes disfrazando los hedores de la muerte. ¡ Calla ! ¡ Ni la nombres ! ¡ A mi mesa no se sienta esa Señora !.
Los barrotes de la jaula, frágiles, se derrumban. Como las columnas que sostienen nuestro castillo que de naipes parece.
Cuando miras hacia adentro ni palpando encuentras nada. Las huellas de tus dedos se diluyen. La habitación está deshabitada.. Abre ventanas si quieres, pero el aire ya no penetra en tu casa. El aire pesado cae sobre tus pies y los arrastra encadenados.
Te ahogas sin remedio y no dices nada. No puedes. Mar en calma. Sales por esa puerta que un día traspasaste para regresar ahora. Meceremos tu recuerdo los que aquí quedamos. Larga espera. No sé si habrá reencuentro.
Blanco. Blanca luz. Camino iluminado dicen los que alguna vez lo sueñan.
No tengo miedo pero no quiero olvidar el tacto y los aromas. Los sonidos de las voces y las pisadas. Los colores y las formas.
Ya no es el cabello. Ya no es la palabra. Ya no son miradas. Ya no es nada.
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Te superas, Teresa.
ResponderEliminarMe hiciste sentir como se estremecía mi pecho conforme avanzaba en la lectura; desnuda realidad con velos de ficción. Desgarradora y poética la mención a la Luz Blanca (el tunel), "La podredumbre vestimos de perfumes disfrazando los hedores de la muerte. ¡ Calla ! ¡ Ni la nombres ! ¡ A mi mesa no se sienta esa Señora !.", "Ya no es el cabello. Ya no es la palabra. Ya no son miradas. Ya no es nada." ... . Crudo regreso al origen vestidos con mortajas deterioradas...
Y siempre presentes las texturas, los colores, los aromas que fluyen de los poros de tu piel.
¡No tardes tanto en publicar tus sensaciones, necesito leerte!.